Visitante

sábado, 13 de diciembre de 2014

Nociones sobre Derechos Humanos  y Desarrollo Humano en la Guajira venezolana

Leonel López

         Los Derechos Humanos, un proceso por el que tanto se ha luchado a lo largo de la historia y por el que tantas vidas fueron sacrificadas para su reconocimiento. Luego de las Segunda Guerra Mundial, tras los horrores como resultado  del conflicto bélico (se calcula que más de 70 millones de personas perdieron la vida), las Naciones Unidas proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos como instrumento para hacer frente a todas las formas de violación de los derechos fundamentales de cada ser humano en todo el planeta tierra.
Desde entonces comenzó una lucha para que cada persona pudiera alcanzar niveles básicos de calidad de vida a través de la defensa de los DD.HH, el derecho a la igualdad, a pensar libremente, a la vida, a la salud, a la educación, a la no discriminación, a un trabajo digno, son algunos de los artículos de un total de 30 principios contemplados en el referido documento universal.
 La lucha ha sido cuesta arriba para que en la mayoría de los países se logren niveles decentes en cuanto a la cristalización de los DD.HH, e incluso durante la llamada “guerra fría”, el “Desarrollo Humano” y los “Derechos Humanos” fueron distanciados al ser asumidas sus retóricas como armas de guerra ideológica entre países socialistas y Occidente, considerando que ambos procesos tienen propósitos en común y es precisamente el fortalecimiento de las libertades humanas, según refiere el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que dedicó su informe del año 2000 para el tratamiento de tan importante tema.
Cabe destacar que en el mencionado informe, se plantea que “Derechos Humanos” y “Desarrollo Humano” tienen una visión y propósito común: “velar por la libertad, dignidad y bienestar de todas las personas en todas partes”. Son conceptos cuyos procesos están intrínsecamente relacionados, es decir que para alcanzar un amplio desarrollo de la persona y de su esencia humana, es necesario el reconocimiento de todos sus derechos culturales, sociales y políticos.
Se cita textualmente el documento:
“Los derechos humanos y el desarrollo humano consisten ambos en velar por las libertades básicas. Los derechos humanos expresan la idea audaz de que todos están facultados para reclamar medidas sociales que los protejan de los peores abusos y privaciones, y que garanticen la libertad para vivir una vida digna. El desarrollo humano, a su vez, es un proceso de realce de la capacidad humana, para ampliar las opciones y oportunidades de manera que cada persona pueda vivir una vida de respeto y valor. Cuando el desarrollo humano y los derechos humanos avanzan juntos se refuerzan recíprocamente, aumentando la capacidad de la gente y protegiendo sus derechos y libertades fundamentales”. (PNUD, Informe Anual Año 2000, p. 2).
A partir del texto citado, se pretende analizar la situación del Municipio Indígena Guajira en cuanto a Desarrollo Humano y Derechos Humanos. 


Ubicada al norte del Estado Zulia, el municipio Guajira se encuentra habitada por unas 65 mil personas (Censo Indígena 2011) en su mayoría indígenas wayuu, y en lo que corresponde a la Laguna de Sinamaica es el hábitat del pueblo Añú, cuya población alcanza unos 10 mil miembros.
Históricamente ha sido una región excluida en cuanto a la aplicación eficiente de políticas públicas, el acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad, vías de comunicación, atención a la salud, y que, amén de la aprobación del Capítulo 8 de la CRBV aprobado en el año 1999 el cual amplía los derechos constitucionales de los pueblos indígenas venezolanos, hasta la fecha dichos beneficios no han podido ser consolidados, por no decir aplicados en muchas de las comunidades indígenas de la zona.


Derechos Humanos en la Guajira
Llegamos a uno de los puntos más relevantes de este ensayo y es el área que concierne a los Derechos Humanos. Históricamente, el pueblo wayuu y añú han padecido opresiones por parte de actores externos, que pudieran remontarse desde la época colonial. El abandono del Estado venezolano al territorio del pueblo wayuu, ha sido una cortina para esconder atropellos y violaciones al pueblo de la Guajira por décadas, empero de la existencia de una institucionalidad democrática a partir de 1958 en Venezuela.
No obstante, el pueblo wayuu y añú ha sido paciente para soportar situaciones donde se han violentado los DD.HH, en espera de épocas mejores. Y esos tiempos llegaron, con la reforma constitucional de 1.999 al ser reconocidos los Derechos de los pueblos y comunidades indígenas en el capítulo VIII de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela le amplió los horizontes en el desarrollo de su identidad. Con el reconocimiento de la CRBV, vino también la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas y otras leyes, las cuales por fin cristalizarían su reivindicación.
Pero contrario a todo ello, la Guajira ha sido escenario de fuertes violaciones de de los Derechos Humanos en una serie de situaciones aún sin esclarecer.
Tras las inundaciones del año 2010, el entonces presidente Hugo Chávez decide crear el Distrito Militar Guajira N° 1, como medida y plan de contingencia para atender la emergencia que en ese momento generó la ruptura de la represa “Manuelote”.
“El 28 de diciembre de 2010, el presidente Hugo Chávez anunció en cadena nacional de radio y televisión el decreto presidencial n° 7.938, a través del cual creaba de diez distritos militares en diferentes regiones estratégicas de Venezuela, y en lista se incluía a la subregión Guajira. Tres semanas antes de aquella fecha, la represa “Manuelote” había colapsado tras intensos aguaceros y millones de toneladas cúbicas de sus aguas inundaron por completo a la Guajira, trayendo lo que el mismo presidente diría en aquélla ocasión “un diluvio sobre estas tierras”. El decreto fue publicado al día siguiente en Gaceta Oficial n° 39.583
Que mejor oportunidad para activar el distrito militar Guajira que la contingencia de las inundaciones, y la intención en principio era ayudar a las miles de familias afectadas en lo que se denominó proyecto Integral de Reconstrucción de la Guajira, coordinado desde la 13 Brigada de Infantería, con sede en Paraguaipoa, como ente militar a cargo del D.M.G. Y así, sin bombos ni platillos, se activó el Distrito Militar  Nº 1 Guajira, sin consultas previas, y mucho menos informadas, razón por la que muchos no estarían enterados de las atribuciones asumidas por la 13 Brigada, y pocos imaginarían las repercusiones  sociales y culturales que vendrían después.
Desde entonces, la convivencia entre la “13 Brigada” y el pueblo wayuu se podría considerar, sin ánimos de exageración, una experiencia drástica”. (Tomado de http://ecosdelaguajira.blogspot.com/2013_02_01_archive.html).
Desde entonces, la tensión social en la Guajira se ha vuelto insostenibles en términos de seguridad ciudadana, el Comité de Derechos de la Guajira contabiliza entre sus expedientes 15 presuntos ajusticiamiento, 15 casos de tortura, alrededor de 60 allanamientos ilegales, y 760 privaciones ilegítimas de libertad, desde el año 2010 hasta la actualidad, constituyéndose en un tenebroso capítulo para el pueblo wayuu y añú en un siglo de historia republicana.




Atención a la Salud
Abordando en primera instancia el área de la salud, el servicio prestado presenta debilidades como por ejemplo que existan solo dos centros hospitalarios cuya infraestructuras se encuentran deteriorados y el personal médico no cuenta con recursos necesarios para una atención de calidad. Hacemos referencia al caso del Hospital Binacional de Paraguaipoa y del Centro de Diagnóstico Integral en la misma localidad, los cuales se encuentran ubicados en la parroquia con mayor concentración de población y nos referimos a la parroquia Guajira. El primero se encuentra seriamente deteriorado, no cuenta con ambulancia, no hay sala de maternidad, o de servicios como rayos X, pediatría, oftalmología, y otras especialidades. Los casos de emergencia son remitidos todos al Hospital Universitario de Maracaibo debido a que no cuentan con el personal calificado y los materiales esenciales. 
 Este importante centro de salud fue creado a través de un acuerdo de los gobiernos del ex-presidente Carlos Andrés Pérez por Venezuela, y Cesar Gaviria, presidente de la república de Colombia para entonces. El propósito era la atención a personas procedentes del Departamento de La Guajira y de quienes habitaban lo que para entonces e conocía como Municipio Páez. Entró en funcionamiento el 12 de octubre de 1994 Dicha experiencia buscaba satisfacer las necesidades sanitarias de las comunidades indígenas wayuu asentadas en la alta, media y baja Guajira colombo-venezolana, pero a falta de inversión económica, el hospital Binacional nunca se logro consolidar, y contrario a ello, el centro de salud hasta la fecha apenas sobrevive en medios serias deficiencias como se ha planteado ya.
Con la creación de la Misión Barrio Adentro, se construyó en la misma parroquia el primer Centro de Diagnóstico Integral del municipio Guajira, en el año 2007. El mismo fue un paliativo para la atender a las comunidades, pues contaba con todos los servicios necesarios. No obstante, en los últimos dos años empieza a notarse la desaparición de algunos de sus servicios como oftalmología, rayos X, la unidad de ecografía se encuentra fuera de servicio, todo esto sumado al deterioro de los aires acondicionados y de dos ambulancias. Existen dos centros hospitalarios en la capital del municipio, Sinamaica, pero que igual presentan condiciones similares a falta de inversión y mantenimiento. Por otro lado, en las cuatro parroquias sólo funcionan 7 dispensarios, todo esto para atender más de 400 mil personas que habitan el municipio.

Educación

Es justo resaltar que la inversión en el área de educación se está haciendo esfuerzos para mejorar la calidad del sistema educativo. Los reconocimientos ampliados por la CRBV dan sus primeros frutos. En los rincones más recónditos de la Guajira se han fundado escuelas para garantizar a la niñez y adolescencia el acceso oportuno a una educación gratuita.
Antes del año 2000, en la Guajira sólo funcionaban cuatro centros de educación media general (bachillerato), mientras que hoy existen más de 15 liceos diseminados por todo el ente territorial, se fundó la primera aldea universitaria la cual atiende a más de 3 mil estudiantes de educación superior.
En lo que respecta al área educación, tampoco existe algún tipo de alianza o convenio binacional que permita socializar las experiencias etno-educativas o de la educación intercultural bilingüe que se desarrollan en ambos lados de la frontera, en ese sentido se han alcanzado importantes avances en el fortalecimiento de las lenguas originarias como lo establece la carta magna en su artículo 9 sobre los idiomas indíegas. En todas las escuelas del municipio se imparte el programa de Educación Intercultural Bilingüe, e igualmente existen carrera en el área de educación universitaria con enfoque en EIB. Más recientemente, la Universidad Experimental Simón Rodríguez puso en marcha la Maestría en Educación Intercultural Bilingüe, un paso importante que ahondaría en los estudios de la lengua materna, tanto el wayuunaiki como el idioma añú.
Sin embargo, a pesar de todos los logros alcanzados en cuanto a contenidos, persisten debilidades en cuanto a infraestructura, centros educativos con más de 60 años y que ya representan un peligro para la seguridad de la población estudiantil tal como ocurre con los liceos de Paraguaipoa, Guarero y Santa María de Guana.
Asimismo, la población estudiantil no cuenta con un sistema de transporte escolar eficiente, a duras penas funcionan algunas rutas escolares en franco deterioro bajo la administración de la municipalidad, y en el peor de los casos, algunas rutas están fuera de servicio lo que obliga a estudiantes como los del liceo Caujarito hacer recorrido de hasta 8 km para llegar al centro educativo, desde sus hogares. Las vías en pésimas condiciones también son un obstáculo significativo por el cual el transporte público no accede a ciertas comunidades, y eso repercute en la población estudiantil, tema que trataremos a continuación.


Vías de comunicación

La principal vía de circulación en la Guajira es la Troncal del Caribe, muy transitada desde la ciudad de Maracaibo puesto que comunica con la república de Colombia. Su importancia como vía de comunicación es por el uso que se le da para quienes entran y salen al vecino país y por el paso de carga pesada producto de exportaciones e importaciones. Ha tenido sus altas y bajas en cuanto a condiciones para ser transitada, por más de 8 años estuvo en pésimas condiciones hasta el año pasado cuando fue más o menos acondicionada por la gobernación del Estado Zulia.
Sin embargo, en sus laterales se desprenden vías de acceso a más de 400 comunidades que hacen parte del municipio Guajira, y que en su mayoría se encuentran totalmente deterioradas. Por ejemplo, ocurre con la vía Las Guardias- Carrasquero la cual quedó completamente destruida tras las inundaciones ocasionadas por la ruptura de la represa Manuelote. Desde entonces, la mencionada arteria víal que atraviesa una importante zona agrícola como lo es la parroquia Elías Sanchez Rubio no ha sido reparada por los entes gubernamentales, lo cual dificulta el traslado de las personas en una extensión de unos 40 km. Igual ocurre con la vía de acceso hacia la parroquia Alta Guajira, que presenta buenas condiciones hasta la población de Cojoro, pero que a partir de allí y hasta hito el fronterizo número 1 de Castillete su estado es deplorable, lo cual desfavorece en gran manera a las comunidades, el sector turístico y pesquero de la zona.
La misma condición presenta la vía de circulación que comprende Guarero-Caujarito-Guana-El Cero, que desde hace años presenta se encuentra inservible y de igual modo afecta a la población estudiantil del liceo Santa María de Guana, uno de los más antiguos centros educativos de la región, la agricultura y ganadería de la zona, entre otros áreas vitales.
A su vez, todo estas vías de comunicación desprenden caminos o trochas que llevan a hacia comunidades lejanas, muy cercanas a la frontera con Colombia.




Agua
El agua ha sido el gran problema sin resolver para las comunidades wayuu y añú. La planta potabilizadora el Brillante y su fuente la represa Manuelote es el principal proveedor del vital líquido para consumo humano, a través de varias tuberías que atraviesan las parroquias Sinamaica, Elías Sánchez Rubio y Guajira. Producto de las largas sequías y del estado precario en que se encuentra la planta potabilizadora El Brillante, cuyas instalaciones requieren ser modernizadas. En tal sentido, El Brillante ha bajado drásticamente los períodos de suministro, los cuales se realizan quincenal y dura 5 días.
Por otro lado, la parroquia más golpeada en ese sentido es Alta Guajira, esto debido a que no posee un sistema de suministro, ningún gobierno hasta ahora se ha propuesto instalar tuberías que lleven el vital liquido hacia esas zonas, las familias se surten con los jagüeyes para consumo humano y de sus animales, dado que es una zona dedicada al pastoreo y de grandes rebaños de ovinos, caprinos y bovinos.
En sí, el acceso al servicio de agua potable es uno de los más deficientes de la Guajira, y ante el cual las políticas implementadas han sido ineficaces, a través de Hidroguajira y conjunto con ministerio del Ambiente se trata de palear semejante necesidad con camiones cisternas surtidos de aguadas con pozos de agua salobre,  una acción que resulta insuficiente, dado que se cuentan con pocas unidades para la distribución.
Vale la pena destacar que en el municipio Mara la administración logró resolver este problema a través de un mega proyecto ejecutado con el gobierno nacional llamado WINKA, el cual después de varias fases de ejecución, entró en funcionamiento y hoy garantiza el agua potable a muchas de las comunidades de la región.



Conclusiones
Lo antes expuesto, corresponde a área vitales para el desarrollo humano del municipio Guajira y que todas presentan deficiencias muy serias las cuales no reciben la atención debida y la aplicación de políticas públicas eficientes que permitan elevar la calidad de vida de los habitantes y por ende, cristalizar en buena manera nuestros Derechos Humanos.
Quiero cerrar este informe citando nuevamente el informe del PNUD del año 2000 y el concepto sobre Desarrollo Humano:
“El desarrollo humano es el proceso de ampliación de las opciones de la gente, aumentando las funciones y capacidades humanas. De esta manera el desarrollo humano refleja además los resultados de esas funciones y capacidades en cuanto se relacionan con los seres humanos. Representa un proceso a la vez que un fin.
En todos los niveles del desarrollo las tres capacidades esenciales consisten en que la gente viva una vida larga y saludable, tenga conocimientos y acceso a recursos necesarios para un nivel de vida decente. Pero el ámbito del desarrollo humano va mucho más allá: otras esferas de opciones que la gente considera en alta medida incluyen la participación, la seguridad, la sostenibilidad, las garantías de los derechos humanos, todas necesarias para ser creativo y productivo y para gozar de respeto por sí mismo, potenciación y una sensación de pertenecer a una comunidad. En definitiva, el desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente y por la gente”.
(PNUD, Informe Anual Año 2000, p. 17).


Ensayo elaborado para la asignatura: DESARROLLO Y BIENESTAR SOCIAL CONTEMPORÁNEO, Maestría en Desarrollo Social 

Poco ha cambiado la historia del pueblo wayuu desde que empezó el proyecto colonizador Cada 9 de agosto y desde 1994 se celebra el día i...