Tres razones para apostar al fracaso del "Plan de choque"
Leonel López
El
pasado domingo 10 de agosto se anunció la creación del Estado Cívico-Militar
Fronterizo, a través del cual se ha puesto en marcha lo que el gobierno
nacional ha llamado "Plan de Choque", como una salida para combatir
el contrabando. Ya las primeras medidas se han puesto en manifiesto, el cierre
de la frontera en horas nocturnas durante un mes, además del ya acostumbrado
barrido "antibachaqueo" de la 13 Brigada de Infantería en el Mercado
Los Filuos y comunidades del municipio Guajira. Dejo por sentado que estoy
totalmente de acuerdo en que algo hay que hacer para frenar el contrabando, es
una actividad que está desbordada y fuera de control; sin embargo, ese
"algo" debe ser minuciosamente estudiado, escrupulosamente
estructurado y milimetricamente ejecutado para evitar afectar a la población
como ha ocurrido en otras ocasiones.
"Plan
de Choque", un título que indica empezar con el pie izquierdo, su nombre
habla de "impacto", "fuerza bruta", "golpe", su
implementación implica acciones contundentes, ya se nos ha vuelto costumbre ver
como el ejército, cada vez que el gobierno decide lanzar un nuevo plan para
hacerle frente a la extracción ilegal de alimentos y combustibles hacia la república
de Colombia, salir a las calles a romper las cosas, maltratar a las personas,
remolcar vehículos, detener menores de edad, y todo aquello que pudiera
antojárseles.
Pero
como siempre, y sin ánimos de pesimismo, esta estrategia será otro intento fallido
más de los tantos que se han aplicado y que pasado un mes terminaran reflejados
en rostros llenos de pereza de soldados requisando maletas en las alcabalas.
Puede
que este errado en mis apreciaciones, pero quiero compartir desde mi percepción
como wayuu, como periodista, pero sobre todo, como habitante y doliente de esta
tierra, porque el "Plan de Choque" es una nueva apuesta al fracaso.
1)
Para empezar, en todos los planes que se han ejecutado en la Guajira para
combatir el contrabando, desde Miraflores se hace hincapié en que deben
realizarse de forma mancomunada "cívico-militar", sin embargo, este
principio no se cumple a cabalidad, pues termina el ejército actuando siempre
solo sin involucrar a la sociedad en general, amas de casa, escuelas, comerciantes
pequeños, la iglesia católica o evangélica, jóvenes, ancianos, no solo se trata
de apoyarse o dejarse llevar por los consejos comunales que en su mayoría
terminan siendo pequeños "tronos politicos" "vireinatos
familiares", pero a decir verdad, no reflejan en muchas ocasiones el
verdadero sentir del pueblo, lo que hace escalar cuesta arriba la labor de
controlar el flagelo del contrabando.
2) El
primer punto nos lleva a lo segundo y es que al planificar desde arriba, no se
toma en cuenta las bases sociales, el Estado a través de sus instituciones debe
apoyarse plenamente en la gente, haciendo gala del poder popular, el pueblo es
quien conoce realmente lo que pasa, como está pasando y quienes están
involucrados en el negocio del contrabando. Por ejemplo, cerrar la frontera y
esperar a ver qué ocurre evidencia que no hay planificación y no soluciona
nada, teniendo en cuenta que los contrabandistas cruzan la frontera por trochas
(se habla de unas 400), tampoco es solución que el ejército llegue a una comunidad
y empezar a romper pipas, hacer ráfagas al aire y lanzar lacrimógenas cual
Franja de Gaza sin tener en cuenta mujeres, niños y ancianos. Eso es prender
mas la hoguera, actuar con brutalidad, cuando se debería operar a lo contrario,
es decir, estudiar los patrones culturales del pueblo wayuu, crear vínculos de
confianza con la sociedad, ganarse el respeto perdido ante la comunidad y
proceder de manera inteligente, se olvidan que se trata de un territorio
Indígena.
Y por último, es un disco rayado repetir una y
otra vez: los primeros en fomentar el contrabando son efectivos de las Fanb
involucrados en el "bachaqueo", se trata de militares y gnb quienes
reciben soborno para hacerse de la vista gorda y eso se sabe a “vox populi”, causa indignación cuando quieren
aparentar una falsa moral y hablarle con tono autoritario a las personas cuando
esa misma autoridad la han puesto a los pies del contrabando desde hace mucho
tiempo, para que todas medidas en frontera tengan resultado, el alto mando
militar debe cambiar a todo el componente militar, y “traer carne fresca”, como diría un poderoso político.
Es
por ello que me atrevo a prever el fracaso del "plan de choque", a
decir que estas acciones carentes de la más mínima planificación son los que
han originado la muerte de 25 indígenas wayuu, entre mujeres y hombres, a manos
de efectivos militares, se han violentado los derechos humanos y culturales del
pueblo wayuu y añu.