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jueves, 18 de septiembre de 2014





Paquete turístico en vacaciones: Safari por la Guajira

En estas vacaciones muchos optan por ir a conocer los paraísos terrenales de Venezuela, o al extranjero, aunque no sé si puedan con el peo del dólar. Se anotan en rusty triales, escalan montañas, van al cine, salen de compras, bueno al menos a mirar las vidrieras en los centros comerciales los que no tienen plata, y tantas cosas buenas que se pueden hacer en tiempo libre como bien lo merecen las personas, es un Derecho Humano descansar y despejar la mente de tanto trabajo y estrés.
En la Guajira, no sé si fue que nos tocó según el calendario chino, el año del burro, o del perro callejero, o del zamuro, lo cierto es que esta parece ser una de las etapas más cruentas de nuestras historia como pueblo indígena, no tengo la menor idea si durante la época de la colonia o cuando mandó el legendario coronel Reyes fue igual o peor de lo que se vive actualmente. 
Que sabroso debe ser estar en Miraflores en aire acondicionado, rodeado de jalabolas, y desde allá dar la orden: "encierren a esos indios", "castíguenlos por contrabandear, por desangrar al país", y cuanta excusa expiatoria se quieran inventar para tapar las secuelas que trajo consigo la mala planificación socialista de Hugo Chávez, "el comandante supremo" y quien ya se estrena su propio "padre de ellos".  En serio, no saben como me gustaría ver al presidente Maduro, a la ministra del poder popular de los pueblos indígenas, mi paisana Aloha Núñez, a la vieja Noheli Pocaterra (y no le digo vieja faltando el respeto sino que así nos referimos los wayuu ante una persona mayor), al gobernador Arias Cárdenas, o al General Padrino López haciendo la "cola" en el Río Limón y mientras son devorados por jejenes, aguantar calor, desesperarse al ver a un niño llorar de hambre, o las caras largas, caras de hambre, caras que muestran como la fe y la esperanza se apagan poco a poco, caras de asombro al tener que pagar 500 bolos si quieres que te traigan hasta la Guajira, caras de tragedia, de arrechera, caras que muestran que en el ánimo del pueblo de la Guajira se cocina un volcán que en cualquier momento va a vomitar lava pero bien caliente, en serio lo digo.
Mientras la realeza boliburgués del país se pasea por Europa, Centroamérica, Argentina, las playas paradisiacas de Cuba (obviamente las destinadas solo para el turismo), o van a Disneyworld, a Jurasik Park, o a ver Justin Biber en concierto, o una noche de teatro en Broadway, en fin, a cuanta mariquera se inventan por el mundo para aquéllos que puedan gastar los dólares de Sicad I y II, el pueblo wayuu, nuestros hermanos a añú, la colonia colombiana que convive en esta tierra, afrodescedientes, y demás alijunas nos tenemos que calar este tubo de ensayo en el que han convertido a la Guajira. Y digo tubo de ensayo, porque todo este mollejero, como dicen los "maracuchos", parece más bien un experimento social salida de la mismísima mente diabólica de Jorge Giordani, quizá para medir la voluntad humana y saber como meter poco a poco el modelo y libreto del castrocomunismo cubano, forzar a las personas a bastarse solo con una bolsa de comida quincenal y no como al wayuu le gusta, pues admito que somos ostentosos y nos gusta vivir bien.
Volviendo al punto inicial, es por ello que me gustaría invitar a las familias de los altos gobernantes del país a pasar sus vacaciones en la Guajira, a turistear por nuestra tierra, a ver los monos mientras haces tu "colita" por 2 o 3 horas en el río Limón como mas de 300 vehículos por delante,  que el sol lo abrace, pero no por estar en la playa sino en medio de unos tupidos manglares  y los jejenes los devoren, y los zancudos te causen anemia de tanta picadura, a comerse un pollo asado en los Filuos y ver como el ejército maltrata a los comerciantes cuando se les antoja o un soborno sale mal, a disfrutar un chivo asado en Guarero mientras observas como se recoge plata y de la buena, de pronto un paseo en la madrugada para que disfruten el paso  del "tren de medianoche", también se podría organizar una especie de zafari por las sabanas y ver los militares perseguir a los contrabandistas a plomo limpio, y cazarlos como conejos sin respetarles sus más elementales derechos: el de vivir y a un debido proceso. Por algo, entre su record de crímenes "lesa humanidad" suman el asesinato de 25 indígenas wayuu.
Y si de cine se trata, las Fanb también les ofrece lo máximo en 3D, aquí mismo pueden revivir alguna película vaquera o "terminator", o "rambo", la que gusten, con sus tiroteos locos, voladuras de trochas y caminos, enfrentamientos en cascos centrales sin importarles la población civil, queman camiones, corrales llenos de animales, saquean los caseríos, y cuanta crueldad puedan cometer en nombre de la ley.
En conclusión, esto es solo para gente guapa, de aguante o como dirían en Colombia, gente de "perrenque", nos precede un prestigio y es el de resistirnos a todo lo que contraríe nuestros usos y costumbres, y en esas estamos, resistiendo como nunca, soportando esta dura prueba o castigo tal vez, habría que preguntarle a Tata Maleiwa en donde metimos la pata, para los que sueñan conocer a Africa y ver esos animales salvajes, no vaya tan lejos, venga a la Guajira pues esto parece un zoológico y los Safaris están listos. No se ofenda si no le queda el sombrero.

Poco ha cambiado la historia del pueblo wayuu desde que empezó el proyecto colonizador Cada 9 de agosto y desde 1994 se celebra el día i...