Sedimentación de la laguna de Sinamaica amenaza supervivencia del pueblo añú


Según habitantes, los niveles de sedimentación se elevan cada vez más. El deterioro afecta la educación.
Leonel López
Habitantes añú de la laguna de Sinamaica manifiestan su preocupación debido al evidente deterioro ambiental experimentado por su hábitat natural, y señalan que los trabajos de dragado para revertir el proceso de sedimentación han estado paralizados por más de dos años aún contando con la draga, equipo adquirido en el año 2007 por la alcaldía del llamado ahora municipio Guajira.
Hébert Chacón, alcalde de esa entidad, señaló que la paralización del dragado obedece a que varias piezas del equipo se han dañado. “Algunas de las piezas se han tenido que comprar en el exterior, el wincher, por ejemplo, hubo que comprarlo en los Estados Unidos. Algunas mangueras de la draga se rompieron pero ya logramos ubicarlas”, argumentó.
Reconoció que el nivel de sedimentación en la laguna se encuentra muy avanzado. “La sedimentación se genera porque entran muchos residuos como palos piedras y potes que entran desde el río Limón y para dragar la laguna completa en realidad se necesitan varios equipos de ese tipo”, refirió.
Por otro lado, Aldénago Fernández, presidente del instituto municipal del ambiente de la Guajira (Imaguajira), mencionó que operativamente la draga tiene dos años sin funcionar. “El equipo realmente funciona, se puede encender, pero luego de una inspección realizada por unos técnicos hace pocos días, encontramos otras fallas que no se habían detectado”, explicó.
Reconoció que la paramunicipal encargada del cuidado ambiental en la Guajira no presenta otros planes que ayuden a minimizar el deterioro de la laguna excepto el dragado de las rutas fluviales. “Para implementar otros planes, habría que hacer un estudio de impacto ambiental, intervención que se haría con apoyo de entes nacionales pues la alcaldía no cuenta con recursos ni el personal para hacerlo”, dijo.
Según Fernández, el equipo entraría en funcionamiento en unos quince días.
Por su parte, Lucas Nava, ambientalista añú y residente de la laguna de Sinamaica, expresó que en dos años la draga muy poco se ha utilizado. “La draga que fue adquirida por la alcaldía a una empresa de Missisipi, Estados Unidos, pero desde que llegó ese equipo no ha trabajado. Realizó dragado por una semana pero se le rompió un piñón, y resulta que la pieza es imposible hacerla aquí en Venezuela, se tiene que fabricar en los Estados Unidos. Yo creo que esa draga, en dos años, no ha trabajado el mes completo”, dijo.
“Una vez pregunté si la draga era un trofeo que nos habían dado a nosotros los añú porque la tenemos como un adorno en la laguna, es un monumento a la inoperancia e incapacidad del instituto municipal del ambiente. Propuse al presidente de Imaguajira, en aquella oportunidad Wilmer Márquez, que en vez del piñón, le instaláramos dos señoritas a la draga para ponerla a trabajar, pero como es alguien que no quería trabajar sino ganarse su salario sentado, no consideró la propuesta”, subrayó Nava.
Peligro de muerte
Para la catedrática Morelva Leal, directora de estudios socioantropológicos de la universidad del Zulia (LUZ), la situación ambiental del estuario le resulta más seria a su parecer. “Hay muchas amenazas sobre el pueblo añú y hay que decirlo, sobre su supervivencia por el deterioro ambiental de la laguna de Sinamaica que es uno de los centros más importantes del sistema cultural de los pueblos de agua”.
Leal enfatiza en que existe mucho peligro, además de la pobreza y el hambre, que según ella, “no se puede negar que existe”. “Es una situación de deterioro ambiental y socioeconómico que se expresa en amenazas de desaparición sobre los elementos culturales. Así como existe vida y una gran riqueza cultural, hay elementos de muerte que amenazan el corazón del pueblo añú”, advirtió.
Educación sedimentada
Asimismo, Libia Márquez, directora de la escuela bolivariana Bartolomé Duarte, ubicada en el sector Nuevo Mundo de la laguna, consideró preocupante el proceso de sedimentación que, según ella, cada vez asciende más. “Pero lo más preocupante es que se cuenta con el recurso de la draga, que debe tener unos tres años acá en la laguna y no se ha hecho el trabajo que se requiere. La sedimentación dificulta el paso de las lanchas por la poca profundidad. En cuanto a la pesca no se da como en años anteriores, los pescadores deben emigrar hacia el lago de Maracaibo”, recordó.
Márquez hizo énfasis en cómo el deterioro ambiental afecta la educación en gran manera. “Como escuela bolivariana tenemos un horario de 8 de la mañana a 4 de la tarde, pero hay días en que los niños deben retirarse antes de las dos de la tarde porque hay sectores de la laguna donde las lanchas ya no pueden entrar para llevar a los alumnos. Es decir, que el horario se maneja de acuerdo a la marea y eso de manera directa les afecta porque ellos no están recibiendo la educación completa”, puntualizó la docente.

Estílita Guerra, ama de casa, sector El Barro
“La laguna se seca cada vez más, ya sólo quedan los canales por donde pasan las lanchas”

Heidi Guerra, comunidad La Boquita

“Desde hace unos dos años la draga no funciona y la laguna se está secando lo cual es un problema grave para nosotros los añú”