El exterminio cierne sobre pueblos indígenas colombianos
Entre el año 2002 y 2009 más de 1400 aborígenes colombianos fueron asesinados a causa del conflicto armado. En lo que va de año, la cifra asciende a más de 100 homicidios.
Leonel López
El conflicto armado en más de cinco décadas ha golpeado en general a toda la sociedad colombiana. Es innegable. La guerra mantiene una cruenta presión sobre los colombianos, y más aún, ciertos sectores son vulnerables y sufren tras la invisibilidad los rigores de un enfrentamiento que tal vez nunca terminaran de entender, tal como ocurre con los grupos étnicos colombianos, sobre quienes pesan incluso amenazas de extinción.
Podría resultar una sentencia exagerada para algunos, pero la situación de los pueblos indígenas colombianos en términos de seguridad y pervivencia es realmente alarmante. Un informe publicado por Amnistía Internacional a principios de este año refiere que el prolongado conflicto armado interno ha tenido en los pueblos indígenas un impacto profundo y destructivo.
“Han sido víctimas de homicidio y hostigamiento y han sido expulsados de sus tierras por todas las partes en conflicto. A pesar de su decidida negativa a verse involucrados en las hostilidades, las amenazas a las que se enfrentan los pueblos indígenas son cada vez mayores”, refiere el citado documento.
Más categórico y preocupante resultó otro informe publicado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados a mediados de este año en el cual se apunta a la amenaza de extinción que cierne sobre 34 pueblos indígenas colombianos. El texto del órgano enfatiza que “la supervivencia de 34 grupos indígenas está gravemente amenazada debido al conflicto armado, a proyectos económicos a gran escala y a la falta de apoyo estatal”.
Exterminio aborigen en el siglo XXI
La situación sin embargo no es novedad ante la opinión pública colombiana. A principios del año 2009, la corte constitucional emitió una sentencia, el Auto 004, para la “protección de los derechos fundamentales de las personas y los pueblos indígenas desplazados por el conflicto armado o en riesgo de desplazamiento forzado”. A través del Auto 004, la Corte aborda de manera prioritaria el mayor riesgo que se cierne sobre los pueblos indígenas, es decir, el del exterminio de algunas comunidades”, señala el dictamen.
“La Sala adopta esta determinación en razón a la enorme gravedad de su situación (pueblos indígenas), sin perjuicio de que respecto de las demás etnias y sus integrantes, el Gobierno Nacional aplique una política que incorpore el enfoque diferencial de diversidad étnica y cultural a que tienen derecho los indígenas desplazados, confinados o en peligro de desplazamiento”, describe el texto.
“Algunos pueblos indígenas de Colombia están en peligro de ser exterminados – cultural o físicamente- por el conflicto armado interno, y han sido víctimas de gravísimas violaciones de sus derechos fundamentales individuales y colectivos y del Derecho Internacional Humanitario”, se lee en el documento de la corte constitucional.
Etnocidio en Colombia
Por su parte, la Organización Nacional de Indígenas Colombianos (ONIC), resalta que entre el año 2002 y 2009, en Colombia más de 1400 indígenas entre niños, niñas, hombres y mujeres fueron víctima de homicidio a causa del conflicto armado. Refiere la organización en su sitio web que a los asesinatos se agregan también “secuestros, desapariciones forzadas, amenazas y desplazamientos forzados”.
“También se ha registrado más de 4.700 amenazas colectivas contra comunidades indígenas durante este periodo, además de 90 secuestros y 195 desapariciones forzadas. Los responsables de estos abusos, ya sean miembros de grupos armados o miembros de las fuerzas de seguridad, raramente son llevados ante la justicia”, sentencia la organización.
Destaca el portal de ONIC que mientras en el 2009 se registraron 109 asesinatos de indígenas colombianos, en lo que va de 2010 la cifra asciende a más de cien homicidios de aborígenes.
Grupos en riesgo
Según el censo de 2005, en Colombia viven casi 1,4 millones de indígenas, correspondientes al 3,4 por ciento de la población total. Los cálculos sobre el número de grupos indígenas varían: el censo de 2005 registró 85; sin embargo, según la ONIC, la cifra asciende a 102.
Sean más o sean menos los grupos aborígenes existentes en territorio colombiano, lo cierto es que el fuego cruzado de una guerra sin control los está diezmando y a ser desplazados de manera forzada de sus territorios.
Un caso emblemático son los Nakuk, llamados “los últimos nómadas del planeta”. El primer contacto con esta civilización y el resto de la sociedad ocurrió hace 22 años y para entonces contaba con unos 1200 integrantes. No obstante, sufrieron un descenso catastrófico pues según el ministerio de salud colombiano, “hoy sólo quedan alrededor de 300”.
Según el investigador de culturas aborígenes, Ivan Recalde, una parte de los nukak viven en San José del Guaviare como desplazados. “Ellos fueron sacados de su selva por grupos irregulares, por colonos y el ejército en sus múltiples enfrentamientos. Fueron declarados por la ONU en vías de extinción”, refirió el docente.
Otro grupo severamente ultrajado han sido los Awá. Según las Naciones Unidas, “la lista de abusos contra los derechos humanos sufrido por los Awá es representativa de los peligros a los que se enfrentan los pueblos indígenas en Colombia hoy en día”.
Amnistía Internacional afirma que en 2009 se produjeron al menos dos masacres de Awá en el departamento de Nariño. “La primera, el 4 de febrero, y en ella murieron 15 personas, entre ellas dos mujeres embarazadas, en el municipio de Barbacoas. A las 5 de la mañana del 26 de agosto de 2009, hombres con uniformes militares, armados y encapuchados atacaron la comunidad de El Gran Rosario, mataron a 12 Awá, entre los que había seis niños y niñas y un bebé de ocho meses”, precisó la ONG.
Los wayuu en la mira
Otros indígenas lanzados al ojo de la tormenta es el pueblo wayuu. En junio de este año el sistema de alertas temprana (SAT) de la defensoría del pueblo causó revuelo en la Guajira colombiana con la publicación de un informe de riesgo el cual reveló un grueso número de indígenas wayuu vulnerables ante el conflicto armado. “Se encuentran en riesgo aproximadamente 64 mil 324 personas de centros poblados y rancherías del municipio de Uribia.”, detalla el informe.
Por su parte, Jakelín Romero Epieyuu, de la organización indígena Fuerza de Mujeres Wayuu, afirma que en la última década la Guajira, y en particular el pueblo wayuu, han estado en una situación de particular afectación por parte de grupos irregulares. “Las fuerzas insurgentes incursionaron de manera muy violenta a nuestros territorios, esto nada ajeno a lo que ocurría en todo el ámbito nacional. Durante los dos periodos del gobierno de Álvaro Uribe, se podría decir que fue la arremetida más contundente para el debilitamiento, estigmatización, señalamientos, amenazas, asesinatos selectivos y masacres en contra de los pueblos indígenas y de los movimientos sociales del país”, asegura la defensora.
“El panorama no es nada alentador, estamos en medio del fuego cruzado, en medio de los conflictos de interés de las empresa multinacionales que acobijados con el manto del Estado procuran llevarse las riquezas de nuestra madre tierra. El pueblo wayuu hoy se encuentra más vulnerable que nunca por toda la afectación externa a nuestra cultura, pero también por una afectación interna debido a la debilidad funcional de las organizaciones”, sostiene.
La lidereza recalcado la importancia de las sentencias emitidas por la Corte Constitucional como el T.025 en el año 2004. “ Su objetivo es proteger y hacer un llamado de atención al gobierno frente a la protección de los derechos de 34 pueblos indígenas, entre estos el pueblo wayuu, en peligro de extinción cultural y física por causa del conflicto armado”, enfatizó.
Web Picassa
Luis Ortiz
Publicado en WAYUUNAIKI
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