Leonel López
Los Derechos Humanos, un proceso por el que tanto se ha
luchado a lo largo de la historia y por el que tantas vidas fueron sacrificadas
para su reconocimiento. Luego de las Segunda Guerra Mundial, tras los horrores
como resultado del conflicto bélico (se calcula
que más de 70 millones de personas perdieron la vida), las Naciones Unidas
proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos como instrumento para
hacer frente a todas las formas de violación de los derechos fundamentales de
cada ser humano en todo el planeta tierra.
Desde entonces comenzó una lucha para que cada persona
pudiera alcanzar niveles básicos de calidad de vida a través de la defensa de
los DD.HH, el derecho a la igualdad, a pensar libremente, a la vida, a la
salud, a la educación, a la no discriminación, a un trabajo digno, son algunos
de los artículos de un total de 30 principios contemplados en el referido
documento universal.
La lucha ha sido
cuesta arriba para que en la mayoría de los países se logren niveles decentes
en cuanto a la cristalización de los DD.HH, e incluso durante la llamada
“guerra fría”, el “Desarrollo Humano” y los “Derechos Humanos” fueron
distanciados al ser asumidas sus retóricas como armas de guerra ideológica
entre países socialistas y Occidente, considerando que ambos procesos tienen
propósitos en común y es precisamente el fortalecimiento de las libertades
humanas, según refiere el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
que dedicó su informe del año 2000 para el tratamiento de tan importante tema.
Cabe destacar que en el mencionado informe, se plantea que
“Derechos Humanos” y “Desarrollo Humano” tienen una visión y propósito común:
“velar por la libertad, dignidad y bienestar de todas las personas en todas
partes”. Son conceptos cuyos procesos están intrínsecamente relacionados, es
decir que para alcanzar un amplio desarrollo de la persona y de su esencia
humana, es necesario el reconocimiento de todos sus derechos culturales,
sociales y políticos.
Se cita textualmente el documento:
“Los derechos humanos y el desarrollo humano consisten ambos
en velar por las libertades básicas. Los derechos humanos expresan la idea
audaz de que todos están facultados para reclamar medidas sociales que los
protejan de los peores abusos y privaciones, y que garanticen la libertad para
vivir una vida digna. El desarrollo humano, a su vez, es un proceso de realce
de la capacidad humana, para ampliar las opciones y oportunidades de manera que
cada persona pueda vivir una vida de respeto y valor. Cuando el desarrollo
humano y los derechos humanos avanzan juntos se refuerzan recíprocamente,
aumentando la capacidad de la gente y protegiendo sus derechos y libertades
fundamentales”. (PNUD, Informe Anual Año 2000, p. 2).
A partir del texto citado, se pretende analizar la situación
del Municipio Indígena Guajira en cuanto a Desarrollo Humano y Derechos
Humanos.
Ubicada al norte del Estado Zulia, el municipio Guajira se
encuentra habitada por unas 65 mil personas (Censo Indígena 2011) en su mayoría
indígenas wayuu, y en lo que corresponde a la Laguna de Sinamaica es el hábitat
del pueblo Añú, cuya población alcanza unos 10 mil miembros.
Históricamente ha sido una región excluida en cuanto a la
aplicación eficiente de políticas públicas, el acceso a servicios básicos como
agua potable, electricidad, vías de comunicación, atención a la salud, y que,
amén de la aprobación del Capítulo 8 de la CRBV aprobado en el año 1999 el cual
amplía los derechos constitucionales de los pueblos indígenas venezolanos,
hasta la fecha dichos beneficios no han podido ser consolidados, por no decir
aplicados en muchas de las comunidades indígenas de la zona.
Derechos Humanos en la Guajira
Llegamos a uno de los puntos más relevantes de este ensayo y
es el área que concierne a los Derechos Humanos. Históricamente, el pueblo
wayuu y añú han padecido opresiones por parte de actores externos, que pudieran
remontarse desde la época colonial. El abandono del Estado venezolano al
territorio del pueblo wayuu, ha sido una cortina para esconder atropellos y
violaciones al pueblo de la Guajira por décadas, empero de la existencia de una
institucionalidad democrática a partir de 1958 en Venezuela.
No obstante, el pueblo wayuu y añú ha sido paciente para
soportar situaciones donde se han violentado los DD.HH, en espera de épocas
mejores. Y esos tiempos llegaron, con la reforma constitucional de 1.999 al ser
reconocidos los Derechos de los pueblos y comunidades indígenas en el capítulo
VIII de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela le amplió los
horizontes en el desarrollo de su identidad. Con el reconocimiento de la CRBV,
vino también la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas y otras leyes,
las cuales por fin cristalizarían su reivindicación.
Pero contrario a todo ello, la Guajira ha sido escenario de
fuertes violaciones de de los Derechos Humanos en una serie de situaciones aún
sin esclarecer.
Tras las inundaciones del año 2010, el entonces presidente
Hugo Chávez decide crear el Distrito Militar Guajira N° 1, como medida y plan
de contingencia para atender la emergencia que en ese momento generó la ruptura
de la represa “Manuelote”.
“El 28 de diciembre de 2010, el presidente Hugo Chávez
anunció en cadena nacional de radio y televisión el decreto presidencial n°
7.938, a través del cual creaba de diez distritos militares en diferentes
regiones estratégicas de Venezuela, y en lista se incluía a la subregión
Guajira. Tres semanas antes de aquella fecha, la represa “Manuelote” había
colapsado tras intensos aguaceros y millones de toneladas cúbicas de sus aguas
inundaron por completo a la Guajira, trayendo lo que el mismo presidente diría
en aquélla ocasión “un diluvio sobre estas tierras”. El decreto fue publicado
al día siguiente en Gaceta Oficial n° 39.583
Que mejor oportunidad para activar el distrito militar
Guajira que la contingencia de las inundaciones, y la intención en principio
era ayudar a las miles de familias afectadas en lo que se denominó proyecto
Integral de Reconstrucción de la Guajira, coordinado desde la 13 Brigada de Infantería,
con sede en Paraguaipoa, como ente militar a cargo del D.M.G. Y así, sin bombos
ni platillos, se activó el Distrito Militar
Nº 1 Guajira, sin consultas previas, y mucho menos informadas, razón por
la que muchos no estarían enterados de las atribuciones asumidas por la 13
Brigada, y pocos imaginarían las repercusiones
sociales y culturales que vendrían después.
Desde entonces, la convivencia entre la “13 Brigada” y el
pueblo wayuu se podría considerar, sin ánimos de exageración, una experiencia
drástica”. (Tomado de http://ecosdelaguajira.blogspot.com/2013_02_01_archive.html).
Desde entonces, la tensión social en la Guajira se ha vuelto
insostenibles en términos de seguridad ciudadana, el Comité de Derechos de la Guajira
contabiliza entre sus expedientes 15 presuntos ajusticiamiento, 15 casos de
tortura, alrededor de 60 allanamientos ilegales, y 760 privaciones ilegítimas
de libertad, desde el año 2010 hasta la actualidad, constituyéndose en un
tenebroso capítulo para el pueblo wayuu y añú en un siglo de historia
republicana.
Atención a la Salud
Abordando en primera instancia el área de la salud, el
servicio prestado presenta debilidades como por ejemplo que existan solo dos
centros hospitalarios cuya infraestructuras se encuentran deteriorados y el
personal médico no cuenta con recursos necesarios para una atención de calidad.
Hacemos referencia al caso del Hospital Binacional de Paraguaipoa y del Centro
de Diagnóstico Integral en la misma localidad, los cuales se encuentran
ubicados en la parroquia con mayor concentración de población y nos referimos a
la parroquia Guajira. El primero se encuentra seriamente deteriorado, no cuenta con ambulancia, no hay sala de maternidad, o de
servicios como rayos X, pediatría, oftalmología, y otras especialidades. Los
casos de emergencia son remitidos todos al Hospital Universitario de Maracaibo
debido a que no cuentan con el personal calificado y los materiales
esenciales.
Este importante
centro de salud fue creado a través de un acuerdo de los gobiernos del
ex-presidente Carlos Andrés Pérez por Venezuela, y Cesar Gaviria, presidente de
la república de Colombia para entonces. El propósito era la atención a personas
procedentes del Departamento de La Guajira y de quienes habitaban lo que para
entonces e conocía como Municipio Páez. Entró en funcionamiento el 12 de
octubre de 1994 Dicha experiencia buscaba satisfacer las necesidades sanitarias
de las comunidades indígenas wayuu asentadas en la alta, media y baja Guajira
colombo-venezolana, pero a falta de inversión económica, el hospital Binacional
nunca se logro consolidar, y contrario a ello, el centro de salud hasta la
fecha apenas sobrevive en medios serias deficiencias como se ha planteado ya.
Con la creación de la Misión Barrio Adentro, se construyó en
la misma parroquia el primer Centro de Diagnóstico Integral del municipio
Guajira, en el año 2007. El mismo fue un paliativo para la atender a las
comunidades, pues contaba con todos los servicios necesarios. No obstante, en
los últimos dos años empieza a notarse la desaparición de algunos de sus
servicios como oftalmología, rayos X, la unidad de ecografía se encuentra fuera
de servicio, todo esto sumado al deterioro de los aires acondicionados y de dos
ambulancias. Existen dos centros hospitalarios en la capital del municipio,
Sinamaica, pero que igual presentan condiciones similares a falta de inversión
y mantenimiento. Por otro lado, en las cuatro parroquias sólo funcionan 7
dispensarios, todo esto para atender más de 400 mil personas que habitan el
municipio.
Educación
Es justo resaltar que la inversión en el área de educación
se está haciendo esfuerzos para mejorar la calidad del sistema educativo. Los
reconocimientos ampliados por la CRBV dan sus primeros frutos. En los rincones
más recónditos de la Guajira se han fundado escuelas para garantizar a la niñez
y adolescencia el acceso oportuno a una educación gratuita.
Antes del año 2000, en la Guajira sólo funcionaban cuatro
centros de educación media general (bachillerato), mientras que hoy existen más
de 15 liceos diseminados por todo el ente territorial, se fundó la primera
aldea universitaria la cual atiende a más de 3 mil estudiantes de educación
superior.
En lo que respecta al área educación, tampoco existe algún
tipo de alianza o convenio binacional que permita socializar las experiencias
etno-educativas o de la educación intercultural bilingüe que se desarrollan en
ambos lados de la frontera, en ese sentido se han alcanzado importantes avances
en el fortalecimiento de las lenguas originarias como lo establece la carta
magna en su artículo 9 sobre los idiomas indíegas. En todas las escuelas del
municipio se imparte el programa de Educación Intercultural Bilingüe, e
igualmente existen carrera en el área de educación universitaria con enfoque en
EIB. Más recientemente, la Universidad Experimental Simón Rodríguez puso en
marcha la Maestría en Educación Intercultural Bilingüe, un paso importante que
ahondaría en los estudios de la lengua materna, tanto el wayuunaiki como el
idioma añú.
Sin embargo, a pesar de todos los logros alcanzados en
cuanto a contenidos, persisten debilidades en cuanto a infraestructura, centros
educativos con más de 60 años y que ya representan un peligro para la seguridad
de la población estudiantil tal como ocurre con los liceos de Paraguaipoa,
Guarero y Santa María de Guana.
Asimismo, la población estudiantil no cuenta con un sistema
de transporte escolar eficiente, a duras penas funcionan algunas rutas
escolares en franco deterioro bajo la administración de la municipalidad, y en
el peor de los casos, algunas rutas están fuera de servicio lo que obliga a
estudiantes como los del liceo Caujarito hacer recorrido de hasta 8 km para
llegar al centro educativo, desde sus hogares. Las vías en pésimas condiciones
también son un obstáculo significativo por el cual el transporte público no
accede a ciertas comunidades, y eso repercute en la población estudiantil, tema
que trataremos a continuación.
Vías de comunicación
La principal vía de circulación en la Guajira es la Troncal
del Caribe, muy transitada desde la ciudad de Maracaibo puesto que comunica con
la república de Colombia. Su importancia como vía de comunicación es por el uso
que se le da para quienes entran y salen al vecino país y por el paso de carga
pesada producto de exportaciones e importaciones. Ha tenido sus altas y bajas
en cuanto a condiciones para ser transitada, por más de 8 años estuvo en
pésimas condiciones hasta el año pasado cuando fue más o menos acondicionada
por la gobernación del Estado Zulia.
Sin embargo, en sus laterales se desprenden vías de acceso a
más de 400 comunidades que hacen parte del municipio Guajira, y que en su
mayoría se encuentran totalmente deterioradas. Por ejemplo, ocurre con la vía
Las Guardias- Carrasquero la cual quedó completamente destruida tras las
inundaciones ocasionadas por la ruptura de la represa Manuelote. Desde
entonces, la mencionada arteria víal que atraviesa una importante zona agrícola
como lo es la parroquia Elías Sanchez Rubio no ha sido reparada por los entes
gubernamentales, lo cual dificulta el traslado de las personas en una extensión
de unos 40 km. Igual ocurre con la vía de acceso hacia la parroquia Alta
Guajira, que presenta buenas condiciones hasta la población de Cojoro, pero que
a partir de allí y hasta hito el fronterizo número 1 de Castillete su estado es
deplorable, lo cual desfavorece en gran manera a las comunidades, el sector turístico
y pesquero de la zona.
La misma condición presenta la vía de circulación que
comprende Guarero-Caujarito-Guana-El Cero, que desde hace años presenta se
encuentra inservible y de igual modo afecta a la población estudiantil del
liceo Santa María de Guana, uno de los más antiguos centros educativos de la
región, la agricultura y ganadería de la zona, entre otros áreas vitales.
A su vez, todo estas vías de comunicación desprenden caminos
o trochas que llevan a hacia comunidades lejanas, muy cercanas a la frontera
con Colombia.
Agua
El agua ha sido el gran problema sin resolver para las
comunidades wayuu y añú. La planta potabilizadora el Brillante y su fuente la
represa Manuelote es el principal proveedor del vital líquido para consumo
humano, a través de varias tuberías que atraviesan las parroquias Sinamaica,
Elías Sánchez Rubio y Guajira. Producto de las largas sequías y del estado
precario en que se encuentra la planta potabilizadora El Brillante, cuyas
instalaciones requieren ser modernizadas. En tal sentido, El Brillante ha
bajado drásticamente los períodos de suministro, los cuales se realizan
quincenal y dura 5 días.
Por otro lado, la parroquia más golpeada en ese sentido es
Alta Guajira, esto debido a que no posee un sistema de suministro, ningún
gobierno hasta ahora se ha propuesto instalar tuberías que lleven el vital
liquido hacia esas zonas, las familias se surten con los jagüeyes para consumo
humano y de sus animales, dado que es una zona dedicada al pastoreo y de
grandes rebaños de ovinos, caprinos y bovinos.
En sí, el acceso al servicio de agua potable es uno de los
más deficientes de la Guajira, y ante el cual las políticas implementadas han
sido ineficaces, a través de Hidroguajira y conjunto con ministerio del
Ambiente se trata de palear semejante necesidad con camiones cisternas surtidos
de aguadas con pozos de agua salobre,
una acción que resulta insuficiente, dado que se cuentan con pocas
unidades para la distribución.
Vale la pena destacar que en el municipio Mara la
administración logró resolver este problema a través de un mega proyecto
ejecutado con el gobierno nacional llamado WINKA, el cual después de varias
fases de ejecución, entró en funcionamiento y hoy garantiza el agua potable a
muchas de las comunidades de la región.
Conclusiones
Lo antes expuesto, corresponde a área vitales para el
desarrollo humano del municipio Guajira y que todas presentan deficiencias muy
serias las cuales no reciben la atención debida y la aplicación de políticas
públicas eficientes que permitan elevar la calidad de vida de los habitantes y
por ende, cristalizar en buena manera nuestros Derechos Humanos.
Quiero cerrar este informe citando nuevamente el informe del
PNUD del año 2000 y el concepto sobre Desarrollo Humano:
“El desarrollo humano es el proceso de ampliación de las
opciones de la gente, aumentando las funciones y capacidades humanas. De esta
manera el desarrollo humano refleja además los resultados de esas funciones y
capacidades en cuanto se relacionan con los seres humanos. Representa un
proceso a la vez que un fin.
En todos los niveles del desarrollo las tres capacidades
esenciales consisten en que la gente viva una vida larga y saludable, tenga
conocimientos y acceso a recursos necesarios para un nivel de vida decente.
Pero el ámbito del desarrollo humano va mucho más allá: otras esferas de
opciones que la gente considera en alta medida incluyen la participación, la
seguridad, la sostenibilidad, las garantías de los derechos humanos, todas
necesarias para ser creativo y productivo y para gozar de respeto por sí mismo,
potenciación y una sensación de pertenecer a una comunidad. En definitiva, el
desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente y por la gente”.
(PNUD, Informe Anual Año 2000, p. 17).
Ensayo elaborado para la asignatura: DESARROLLO Y BIENESTAR SOCIAL CONTEMPORÁNEO, Maestría en Desarrollo Social