Experiencias
binacionales de desarrollo humano y construcción de paz en la Guajira Colombo-Venezolana
Leonel
López
Opinión
En la Guajira Colombo-venezolana podría asegurar sin
riesgo a equivocarme que los procesos binacionales de “Desarrollo humano” y
“construcción de paz" han sido altamente escasos. Si de "desarrollo
humano" se trata, y abordando en primera instancia el área de la salud, a
través de un acuerdo de los gobiernos locales del Departamento de La Guajira y
el Estado Zulia, el 12 de octubre de 1994 se inició una primera experiencia con
la puesta en marcha del hospital binacional de Paraguaipoa, ubicado en la
parroquia Guajira de este municipio, que para entonces llevaba el nombre de
Municipio Páez (desde el año 2010 se le cambió el nombre a Municipio Guajira en
consulta popular). Dicha experiencia buscaba satisfacer las necesidades de las
comunidades indígenas wayuu asentadas en la alta, media y baja Guajira
colombo-venezolana, pero a falta de inversión económica, el hospital Binacional
nunca se logro consolidar, y contrario a ello, el centro de salud hasta la
fecha apenas sobrevive en medios serias deficiencias administrativas, de sus
servicios hospitalarios, e infraestructura en pésimas condiciones.
En lo que respecta al área
educación, tampoco existe algún tipo de alianza o convenio binacional que
permita socializar las experiencias etnoeducativas o de la educación
intercultural bilingüe que se desarrollan en ambos lados de la frontera. En la
Guajira venezolana, inclusive, la educación superior apenas da sus primeros pasos con la construcción
de la primera aldea universitaria y que le abrió las puertas muchos jóvenes a ese nivel de educación.
En lo que respecta a comunicación,
se destaca un primer paso hace 12 años con la creación de periódico WAYUUNAIKI,
dedicado a la temática indígena tanto en Venezuela como en Colombia. A través
del mencionado medio se visibilizó el rostro oculto de las comunidades
indígenas y su nacimiento coincidió con la entrada en vigencia del capítulo
ocho de la constitución nacional con su articulado indígena.
Ya para el año 2008 germina una experiencia
que convoca a periodistas y comunicadores wayuu de ambos países al que se le
denomino Fundación de Comunicadores de la Wajira (Funconiwa), el cual buscaba equilibrar
la intensidad con que los medios colombianos llenaban el espectro
radioeléctrico de la Guajira venezolana a tal punto que la población esta mas
contextualizada con la realidad sociocultural colombiana. Tras iniciar una
jornada en la comunidad de Paraguaipoa con la colecta de firmas, el objetivo en
primera instancia de Funconiwa era solicitar al Estado venezolano la
instalación de una antena repetidora que le permitiera al pueblo de la Guajira
el disfrute de la señal de medios públicos. La tarea al final dio resultado, y
hoy en la Guajira opera la señal radiofónica de medios como RNV, TIUNA FM,
además del nacimiento de Radio Wanuiki.
El proceso de funconiwa muto a
otra esfera comunicacional más amplia y tras una convocatoria y realización de
un encuentro en la Guajira venezolana de comunicadores y comunicadoras wayuu de
Colombia y Venezuela en lo que se denominó 1ra y 2da. Mesa de Comunicación del
Pueblo Wayuu, se creo la Red de Comunicación del Pueblo Wayuu, con el propósito
de establecer un mecanismo propio de intercambio de informaciones, divulgar
información sociocultural referente al pueblo wayuu, fortalecer la comunicación
propia, la apropiación y uso de TICs, la creación de un observatorio que
monitoree las informaciones difundidas por los medios con respecto al pueblo
wayuu, entre otros aspectos. Tras 2 encuentros, la red aun se mantiene, aunque
aun no definen a ciencia cierta sus funciones y tareas, apenas mantiene un
protagonismo intermitente en las redes sociales.
Finalmente, en cuanto a
construcción de paz, cabe destacar el trabajo del Comité de Derechos Humanos de
la Guajira, que además de su lucha en ese sentido, es la única organización que
atiende el tema del desplazamiento forzado de personas procedentes de la
república de Colombia. Desde el comité es que remiten los casos de personas que
llegan al país por la Guajira y que vienen huyendo del conflicto colombiano,
incluso la mayoría de esas personas se han establecido dentro de las
comunidades, ACNUR en pocas ocasiones monitorea la zona para cerciorarse de
esta situación que casi a diario se vive en la Guajira. Una de las acciones que
si debo destacar como wayuu es de los trabajos que en conjunto realiza la
unicef en la Guajira en atención a la niñez y la infancia, los cuales abarcan
programas de educación intercultural bilingüe, y otras actividades en conjunto
con el Instituto Radiofónico Fe y Alegria (Radio Fe y Alegría Paraguaipoa) con
el lanzamiento de campañas de concienciación dirigida a fortalecer los derechos
de las niñez y adolescencia del pueblo añu y wayuu.
Entonces, en resumidas cuentas,
la alianzas binacionales muestran una gran debilidad y de allí que los procesos
de construcción de paz y desarrollo humano sean altamente escasos humanos sean
escasos.
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